PELOTA!

Todos merecemos soñar y mereces lo que sueñas...

así es como después de dos décadas de quererlo, anhelarlo y soñarlo con todo el poder de los deseos, Blondie llego a mi vida... o me compre un perro porque si.

Blondie es el monstruo amarillo que todo lo arrolla con su medio metro de altura y un carácter divino. algo así como el cachorro mas lindo del mundo y yo corriéndole atrás como si en eso se me fuera la vida, y entendiendo de paso, un poco mas acerca del amor al natu.

porque mi perra me exige ser mejor, todo el tiempo, día tras día.

me descubro olvidando mi hedonismo existencial y la atenta disciplina complaciente a mis deseos y necesidades, para darle lugar a los suyos.
convivir, enseñarle, adorarla... todo significa un esfuerzo agotador por entenderla para que me entienda.

ahora mis días son distintos y tienen que ver con ella, no solo conmigo.

me gusta sentir un tipo de amor irresistible y primitivo antes desconocido para mi, no es mejor ni peor, es distinto.
porque no puedo comparar con nada el abanico de sentimientos que esta perra despliega en mi con la sola naturaleza bestial de su ternura.


-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón! -dijo el principito.

Pero después de una breve reflexión, añadió:

-¿Qué significa "domesticar"? (...)
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "
-¿Crear lazos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...


EL PRINCIPITO de Antoine Saint Exupery -Capitulo XX-